viernes, 4 de marzo de 2011

Cazan un helicóptero cargado de droga en una pedanía de Benalup

Una nueva operación de la Guardia Civil ha puesto de manifiesto la nueva tendencia de los narcotraficantes a surcar el cielo para alijar la droga desde Marruecos, en lugar de cruzar las peligrosas y supervigiladas aguas del Estrecho, como de costumbre. Ocurrió a finales de la pasada semana -aunque se dio a conocer ayer- cuando la Benemérita cazó un helicóptero cargado de droga, cuando intentaba aterrizar en las cercanías de la pedanía de Nájara, entre Vejer y Benalup, en una pista de aterrizaje improvisada en mitad del campo y de la noche.
En la operación se detuvo a los dos pilotos, de origen alemán -R. T. y G. J. D.-, y a tres españoles, dos de ellos -I. F. G. y M. T. R.- fueron sorprendidos cuando colocaban las balizas que señalaban el lugar del aterrizaje. El tercero es F. J. F. G., que supuesta participó en esta trama. En el interior del aparato se hallaron ocho fardos con 400 kilos de hachís (la carga máxima que soporta), que fueron intervenidos junto al helicóptero y cinco vehículos de alta gama, entre ellos, un Hummer.
Pintado de negro, como las clásicas lanchas Phantom que usaban los contrabandistas para cruzar el Estrecho a hurtadillas en los 90, el helicóptero (de la marca Robinson, modelo R 44 Raven II) fue cazado tras un seguimiento específico, que permitió sorprenderlo en pleno alijo. Su espigada forma de libélula y su silencioso motor no fueron suficientes para pasar desapercibido a los radares, aunque esta firma suele ser utilizada incluso por cuerpos militares y policiales de distintos países.
El hallazgo no fue casual. La Guardia Civil había montado un dispositivo de control, ante la sospecha de que efectivamente se utilizaran aeronaves para traficar hachís entre Marruecos y España. En el marco de este dispositivo, según informó la Guardia Civil en una nota, se detectó que el helicóptero tomaba un rumbo sur a una hora intempestiva y, además, carecía de un plan de vuelo, según informó la Central Militar Pegaso, encargada del control aéreo nacional.
De inmediato, el Centro Operativo Complejo de la Comandancia de Cádiz (COC) coordinó un dispositivo de vigilancia y control en tierra, con el apoyo de dos helicópteros de la Guardia Civil, dispuestos a seguir el vuelo el Robinson. Localizaron el helicóptero cuando tomaba tierra, momento en el que se intervino. Mientras, los agentes en tierra detenía a dos personas que se ocultaban ocultaban para descargar la droga y que habían señalizado con linternas el aterrizaje del helicóptero. Ya ni el cielo es seguro para los narcos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario