Se cumple un mes desde el suceso de Arriate; la desaparición y muerte de María Esther Jiménez, la niña de trece años cuyo cadáver aparecía en la caseta de la depuradora de una piscina a las afueras del pueblo. La autopsia confirmaba poco después la muerte violenta de la niña y a comienzos de este mes de febrero, la Guardia Civil detenía a Rubén, un joven de 17 años vecino del municipio, como presunto autor del crimen.
Ha sido un mes muy complicado para el pueblo de Arriate y, sobre todo, para la familia de la niña fallecida. Los padres de María Esther se han trasladado a su pueblo, Paterna de Rivera, en Cádiz. Hace unos días pasaban por Arriate para recoger sus últimas pertenencias.
El alcalde de Arriate, Bernardino Gaona, nos ha contado que el pueblo ya prácticamente ha recobrado la normalidad, pero que aún así, la herida sigue abierta. Según el regidor, ha sido "importante" el mensaje de los padres de María Esther, "de tranquilidad y agradecimiento a la actitud del pueblo de Arriate" y de "decir que los padres del detenido no son culpables de lo que ha cometido, presuntamente, su hijo".
Fuente: Cope
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