Un disparo, un herido y un arma que no aparece y que nadie ha visto. Ése es el escenario sobre el que trabaja la Guardia Civil para esclarecer qué pudo ocurrir en la tarde del martes en el interior del bar del hostal Lojo, en Conil. Un hombre, identificado como Jesús M. F., se encontraba apoyado en la barra junto a su mujer y sus dos hijos cuando un proyectil le impactó en el cuello. En la edición de ayer había una gran confusión sobre el tipo de arma que se empleó y cómo se pudo producir el disparo. Desde el primer momento se descartó que hubiera habido un intento de suicidio o mediara agresión alguna. Esas lagunas en el relato de lo acaecido podría deberse a que el arma que se activó de forma accidental se trata de una pistola ilegal, que el propio herido ha querido ocultar supuestamente para evitar problemas judiciales. En esa línea está trabajando la Guardia Civil.
Un equipo de Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz registró ayer la vivienda de Jesús M. F., que se encuentra a escasos 100 metros del bar donde resultó herido. Uno de los trabajadores del establecimiento hostelero explicó a este medio que la víctima, tras recibir el impacto, pidió que avisaran a una ambulancia. «Se marchó con su mujer a casa y a los pocos segundos regresaron los dos. El hombre se sentó en la terraza y me pidió una cerveza mientras esperaban a que llegara el médico». Este testigo describió cómo se taponaba la herida con un pañuelo que vestía.
Esos detalles también los facilitó a los investigadores; los cuales se dirigieron a la vivienda de Jesús M. F. en busca de la misteriosa arma. Ese mismo testigo aseguró ayer que nadie vio ninguna pistola y que desconocen desde donde se disparó el proyectil. Su establecimiento, que en el momento de la detonación tenía muy poca clientela, está intacto. «Yo estaba muy cerca de él cuando escuchamos una especie de petardazo. Nos miramos unos a otros, creyendo que algún chiquillo había tirado un petardo, pero de inmediato ese hombre se agarró al cuello».
En el registro del piso, los agentes hallaron dos cartuchos de pequeñas dimensiones, pero ni rastro del arma. Este periódico pudo saber que la Guardia Civil busca una pistola manipulada. En el mercado negro este tipo de armamento ilegal, al que se le incorporan modificaciones sobre el modelo original para que sean más letales, está teniendo mucha demanda. Son difíciles de localizar porque no hay licencia que las autorice. Uno de los primeros datos que comprobó la Guardia Civil es que el herido carece de cualquier tipo de licencia, tanto para el uso de armas de fuego como la autorización municipal que se necesita si es una pistola o escopeta de aire comprimido.
Un impacto en la luna
Tras concluir el registro de la casa, los agentes revisaron el coche de la víctima que estaba estacionado en las inmediaciones de su domicilio. Se trata de un Volkswagen Jetta antiguo donde tampoco hallaron arma alguna. Sin embargo se encontraron con un detalle curioso, la luna delantera del vehículo presenta una rotura producida por un impacto, similar al que ocasiona un disparo. De confirmarse que el proyectil que alcanzó a Jesús M. F. salió de una pistola de su propiedad; este vecino podría verse imputado por un delito de tenencia ilícita de armas.
El herido no es un asiduo del hostal Lojo porque lleva poco tiempo viviendo en su actual residencia. Su piso está en un bloque de viviendas que antaño eran cedidas a los maestros que eran destinados en la localidad y ahora han sido reutilizadas para realojar a vecinos de zonas deprimidas.
Fuente: La Voz de Cádiz
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