"Nos sentimos aliviados y contentos por la detención del presunto asesino de nuestra hija, aunque sabemos que el castigo será leve. Matar a una criatura inocente debería tener una pena mayor". Estas han sido las primeras palabras de los padres de María Esther tras la detención ayer de Rubén R. V. como presunto autor del crimen. Un arresto del que se enteraron por los medios de comunicación, según han asegurado esta mañana a su llegada a la comandancia de la Guardia Civil de Málaga.
Juan y Carmen han señalado que no conocían al menor detenido. "No sospechábamos de nadie y desconocíamos si el detenido era amigo de mi hija o no", han apuntado. Ambos han pedido tranquilidad y solicitado que no se culpe a la familia del detenido. En este sentido, los padres de María Esther han sabido que el abuelo del detenido ha sufrido un infarto, ante lo que han expresado que están con la familia.
Los padres se personaron en la comandancia acompañados por su abogada, Raquel Royo, para presentarse como acusación particular en el caso. Royo ha comentado que "la familia está destrozada, aunque se han quitado un gran peso de encima". "Si se demuestra que el menor detenido ha sido el autor de la muerte de María Esther lucharemos porque se cumplan las medidas máximas que recoge la Ley", ha asegurado.
Una vez que el presunto asesino se encuentra detenido, los padres han manifestado su intención de marcharse a su pueblo de origen, Paterna de Rivera (Cádiz). Además, se da la circunstancia de que el padre se ha quedado sin trabajo en Arriate y que la empresa para la que trabaja le ha ofrecido un puesto en el municipio gaditano. "Aquí no nos queda nada. Para tener malos recuerdos nos marchamos a nuestro pueblo". "El cuerpo de mi niña está allí", han afirmado antes de marcharse hacia la Fiscalía de Menores.
Sobre su hija menor, de 5 años, Carmen ha indicado que "no quiere salir de casa porque tiene miedo a perderse", y el padre añade que "es la chiquitilla" la que les hace levantarse cada mañana.
Juan Isidoro ha asegurado que tras la detención está "un poco más aliviado y más descansado", que no conocían al arrestado, que no sabe si habrá más arrestos y que confían en la Justicia, con la que está contento y a la que pide que siga haciendo su trabajo. Sin embargo, también se pregunta "cuánta gente tiene que morir para que cambien las leyes, porque a cada instante están muriendo niños y niñas".
Respecto al hecho de que el detenido sea un menor, la madre dice que "parece que ellos tienen más derecho que nosotros" y añade: "después no se les puede pegar ni una torta a los hijos porque entonces perdemos nosotros y, a causa de eso, así están los niños".
En este sentido, señala que "si se les hubiera dado una torta a tiempo no estarían así" y pide que el Gobierno haga algo, "porque si fuera hijo de ellos seguro que se movían".
Fuente: Sur
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