Más barato y más cómodo. Esa es la conclusión a la que ha llegado el equipo de gobierno al comparar las ordenanzas de regularización de viviendas de Chiclana con las que se han aprobado recientemente en Vejer y que afectará especialmente al frente litoral de El Palmar, donde se acumulan casas sin legalizar.
Los datos de la Gerencia de Urbanismo chiclanera, al respecto, apuntan a que el coste para la regularización en la vecina localidad de la Janda es más elevado que el de la ciudad. Así, la delegada de Urbanismo, Cándida Verdier, señala que el metro cuadrado para legalizar en Vejer saldría a 40,65 euros el metro cuadrado, mientras que en Chiclana es de 31,34 euros como máximo, ya que los precios varían dependiendo de la zona donde se sitúen las Áreas de Gestión Básica. En este sentido, supondría algo más caro legalizar en el Pago del Humo o la Quinta del Sotillo que en otro enclave más cercano a las conexiones con los Sistemas Generales de agua y alcantarillado.
Además, las comparaciones entre ambas ciudades también son llamativas en cuanto al precio por unidades de aprovechamiento (la capacidad de construcción en una parcela), ya que en Vejer alcanzan los 270,98 euros, mientras que en Chiclana es de 94,13 euros, según la Gerencia de Urbanismo de esta última localidad.
Verdier también hace hincapié en los distintos modos de pago en ambos términos para que un vecino tenga la posibilidad de legalizar su parcela o vivienda. En el caso de Vejer, indica la responsable de Urbanismo, el desembolso se realiza en dos etapas. Una primera supondría la entrega de 3 euros por metro cuadrado en el momento de solicitud de regularización. El segundo y definitivo pago se haría una vez que el expediente se resuelva de manera favorable, sin que aún hayan comenzado los trabajos.
Bien distinto ocurre en Chiclana, según Verdier. En líneas generales, explicó que en la ciudad se establece un primer pago dependiendo de la superficie de la finca: 1.500 euros hasta 500 metros cuadrados, hasta los 1.000 metros cuadrados unos 3.000 euros, y más de 1.000 metros, alrededor de 4.000 euros. El segundo abono abarcaría el 40 por ciento del coste total y ya comenzarían las obras de conexión de alcantarillado y agua potable hasta su finalización. En esta fase, el pago se abordaría mediante un canon que se aplicaría en el recibo del agua y, además, el propietario ya podría inscribir en el Registro de la Propiedad su vivienda, si bien aún está pendiente del último desembolso que, de no ingresar, se le aplicaría una carga registral en su propiedad, algo que tendría que afrontar en un futuro en caso de que se quisiera vender la casa o parcela. "De esta manera es también más cómodo el sistema que se ha fijado en Chiclana", aseguraba Verdier, quien admitió que el proceso de regularización de viviendas en Chiclana, que afecta a más de 10.500 casas, y en cualquier otra ciudad es lento y complicado, si bien subrayó que paulatinamente crece el número de personas que piden información o solicitud para iniciar los pasos que conducirían a la legalización de su inmueble.
Fuente: Diario de Jerez
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