Los municipios de la cuenca del río Guadalete y Barbate han hecho caso al refrán «es mejor prevenir que curar» y han comenzado las primeras tareas encomendadas por la Junta de Andalucía para mejorar la capacidad de respuesta ante posibles inundaciones. De momento el tiempo juega a su favor, está siendo benévolo a diferencia de las navidades del año pasado. Con todo y con eso, los alcaldes continúan mirando con cierto temor al cielo. Representantes de los municipios de Jerez, Arcos, Espera, El Puerto, Villamartín, Ubrique, Torre Alháquime, Setenil, Alcalá del Valle, Alcalá de los Gazules, Benalup, Barbate y Vejer se reunieron ayer con técnicos de la Agencia Andaluza del Agua y del servicio de Emergencias del 112 y Protección Civil. Entre las inquietudes municipales alegaron la necesidad de mejorar el sistema de aviso o alarma previo tanto ante fuertes precipitaciones como en el aumento del caudal del río ante los desembalses de los pantanos. Además, transmitieron la dificultad que tienen algunos de estos municipios para activar sus respectivos planes locales de emergencia. Para agilizar todos estos trámites desde la Junta han recalcado la necesidad de crear una figura enlace entre su población y los servicios de emergencias, además de ofrecer personal para mejorar los planes a través de un estudio de cada municipio. Desde la Junta esperan poder tener listo el documento para la próxima primavera.
Otro de los temas más destacados de la reunión fue el de las infraestructuras que se ven seriamente perjudicadas ante las fuertes precipitaciones tales como el puente de la Cartuja o la confluencia de la A-381 de la autopista Sevilla-Cádiz, en el entorno de la Venta Cartuja, donde el año pasado se registró una acumulación de agua bastante importante.
Casas inundadas
La construcción de viviendas en zonas inundables, ya sea dentro de los planes urbanísticos o de forma ilegal es, sin duda, para la delegación de Almagro una de los principales escollos a superar. El responsable de la Agencia Andaluza del Agua en Cádiz, Federico Fernández lo dejó bien claro ayer: «Si algo hemos aprendido de la experiencia vivida a finales de 2009 es que es necesario una reordenación del territorio tomando como base a los estudios de inundabilidad que está realizando la Junta».
Por su parte, Almagro reconoció que no será fácil llegar a un acuerdo pero apostó por medidas propuestas por el concejal de Urbanismo de Jerez y «crear una especie de ordenanza» que permita «actuar sobre un terreno cuando la casa ha sido inundada».
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