domingo, 20 de febrero de 2011

La universidad de la política

"Aquí no hay un clan, aquí hay una universidad de la política". La frase es de Arsenio Cordero, el que ha sido alcalde de Alcalá de los Gazules en los últimos dos mandatos y alumno aventajado de las lecciones que reconocidos dirigentes del socialismo andaluz han impartido entre sus calles. A la generación de políticos nacidos en este pueblo, con Alfonso Perales, Luis Pizarro o Bibiana Aído como rostros más visibles, se le ha llamado el clan de Alcalá, aunque el actual alcalde prefiera la denominación académica. Ellos han hecho de este municipio en pleno parque natural de Los Alcornocales un referente del socialismo. El PP ansía arrebatárselo el próximo mayo como un símbolo de lo que sus dirigentes llaman "el cambio de régimen" en Andalucía.

En el pueblo preocupa más el paro que las tensiones políticas
El poso socialista de Alcalá y municipios vecinos como Paterna, Medina o Benalup está bien asentado. Así lo cree Francisco González Cabaña, alcalde de Benalup, presidente de la Diputación y secretario provincial del PSOE gaditano. "Nos han tratado de meter muchas veces el dedo en el ojo pero es solo una muestra de lo que quieren conseguir y no pueden". González Cabaña se refiere al mitin que aquí organizó Mariano Rajoy o a los actos que sectores conservadores, como los antiabortistas, convocaron en Alcalá cuando Aído era todavía ministra de Igualdad.
Las tensiones políticas que genera el pueblo en las altas esferas contrastan con la tranquilidad de sus calles y la hospitalidad de sus ventas. En sus mesas, preocupa más el paro, un drama que el mes pasado sufría casi uno de cada cinco habitantes. El avance industrial está por explotar y la crisis ha recortado sus aspiraciones turísticas. Alcalá encabezó la petición de que los parques naturales no fueran un freno al desarrollo económico. La Junta aceptó en parte sus reclamaciones con una nueva normativa, que evidenció para muchos la todavía potente influencia del clan alcalaíno.
El alcalde entiende los recelos que entre sus propios compañeros ha generado el rápido ascenso de algún vecino suyo. "Te puede sorprender que mucha gente de aquí haya llegado lejos pero es que somos políticos que hemos tenido grandes maestros". El PP ha enrarecido el ambiente previo a las elecciones con denuncias sobre presiones y amenazas. "Hay miedo y falta de libertad", dice el secretario comarcal del PP, José Ortiz. "A mí me han pinchado las ruedas en Alcalá", remarca el presidente provincial del PP, José Loaiza. "Me siento presionado en mi trabajo desde que me hice portavoz del PP", concluye el candidato popular, Julio Toscano, médico de familia y hematólogo. Toscano tiene el reto de cambiar de signo político el municipio. "No voy a negar que es difícil pero creo que es posible". "Yo quiero un Alcalá donde todos tengan las mismas posibilidades se llamen Aído, Pizarro o Fernández", suelta sin reparos Toscano. Dice que ha podido completar sin problemas su lista porque hay muchos jóvenes y "los jóvenes ya no tienen miedo".
Este tipo de declaraciones escuecen entre los socialistas. "Saben que mienten y que lo único que esconden es que no tienen gente para llenar sus listas", dice Luis Pizarro. El alcalde y, de nuevo candidato, tira de memoria. "Muchos de mi partido han ayudado a colgar carteles del PP porque ellos no tenían gente". La madre de Arsenio Cordero vive junto a la sede de los populares. "Alguna vez les ha llevado café y merienda", explica para defender la feliz convivencia en el pueblo. "A mí también me han pinchado las ruedas. Porque enfadados con los políticos hay en todos sitios".

Fuente: El País

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