Un pueblo entero arropó a la familia Bolaños Ortega hace más de cinco años. Medina se volcó tras producirse la muerte de Manuel Jesús, un joven asidonense de 25 años que fue atacado por cuatro vecinos de Alcalá de los Gazules en la puerta de un local de copas. La víctima recibió una paliza con palos de billar y una única puñalada directa al corazón, que fue la herida mortal. Un jurado popular alcanzó en junio del año pasado un veredicto de culpabilidad, condenando a los procesados por asesinato. Y la presidenta del tribunal, la magistrada de la Audiencia Provincial, Ana María Rubio, fijó 17 años y medio de cárcel para cada uno. Ahora el TSJA le ha dado la vuelta a esa sentencia y rebaja a una simple multa el castigo para tres de ellos; lo que les lleva a la inmediata excarcelación.
El alto tribunal andaluz acepta los recursos de las defensas de Daniel P. J., Juan Miguel C. A. y de Juan José C. R. -éste último militar de profesión- quienes desde el inicio del proceso apelaron a que sus clientes habían participado en la pelea pero no fueron los autores de la puñalada mortal. El cuerpo sólo presentaba una herida por arma blanca y los forenses reconocieron en el juicio que ésa fue la causa de la muerte y no los numerosos golpes que presentaba el fallecido; muchos de ellos dirigidos a la cabeza. Por eso ha recalificado el delito por el que fueron condenados y de asesinato han pasado a una falta de lesiones. De pasar casi veinte años entre rejas, estos tres jóvenes solo deberán abonar una multa durante dos meses, a razón de doce euros diarios.
Uno de los letrados de la defensa, Daniel Cintas, confirmó a este medio que en la sentencia se pide la puesta en libertad urgente de los tres jóvenes, la cual se producirá hoy en la cárcel algecireña de Botafuegos donde se encuentran todos recluidos.
También ve menguada su condena el principal procesado, Manuel P. R., al que le sentencian ahora a 12 años y medio. En su caso, el TSJA niega que hubiera cometido un asesinato sino un homicidio. Le reconocen una atenuante de drogadicción por su toxicomanía, pero también le aplican una circunstancia agravante como es el abuso de superioridad. Eran cuatro contra uno. Este alcalaíno reconoció en el juicio que «quizás pinchó» a Manuel Jesús, pero que fue un acto fortuito que se produjo al caer encima del fallecido.
El veredicto presentaba una importante falta de concreción. Frente a las pruebas forenses que indicaban una herida mortal, el tribunal popular no especificó quién la asestó y repartieron la responsabilidad entre los cuatro procesados. Aceptaron así la tesis de la acusación particular que definió lo ocurrido como un asesinato a manos de cuatro individuos.
Fuente: La Voz de Cádiz
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