María Esther Jiménez estuvo cerca del lugar donde apareció su cuerpo la noche de su desaparición. La Guardia Civil cuenta con el testimonio de un vecino que la sitúa entre las 21:15 horas y las 21:30 horas cerca de un túnel que cruza bajo la línea del ferrocarril, donde llegó a saludarla con un simple "hola" al que la joven también habría respondido educadamente con el mismo saludo, según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación.
Además, habría explicado que junto a ella se encontraba otra persona que hizo un gesto extraño como para ocultar su identidad, por lo que no ha podido identificarlo. Este testigo también habría contado que cuando regresó por el mismo camino y llegó al mismo punto -había salido a pasear a su perro como hace casi todos los días-, ya no encontró a nadie en la zona. A esa misma hora, explicó también, otros dos vecinos de la localidad se encontraban en las proximidades quemando unas tablas, aunque en ninguno de los casos parece que pudiesen ver ni oír nada que les hiciese sospechar.
Los investigadores también habrían realizado numerosas gestiones en los quioscos y establecimiento que venden tabaco o gominolas, y es que era frecuente que los grupos de jóvenes con los que solía estar la joven la enviasen a realizar pequeñas compras. A cambio ella se compraba también algo con las pequeñas devoluciones que recibía tras realizar los pagos. De este modo los agentes tratan de obtener algún tipo de información que les permita saber qué pudo hacer y a dónde se dirigió tras perderse su pista. En este sentido, algunos testimonios de vecinos también apuntaron ayer a que podría haber acudido a uno de estos establecimientos a comprar varios cigarrillos después de ser vista en el túnel.
La investigación sigue su curso y frente a las manifestaciones de los primeros días que apuntaban a una resolución rápida del caso, ahora parece que entran en tiempo muerto para comprobar los numerosos indicios recabados. En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, manifestó ayer que "no se esperan detenciones inmediatas" porque, precisó, se trata "de un asunto muy complejo".
López Luna señaló a los periodistas que "no hay ninguna noticia de que se pueda producir de inmediato algún arresto. El subdelegado insistió en que los investigadores avanzan en sus pesquisas y espera que el caso se pueda resolver "cuanto antes. Ese es el interés de la Guardia Civil, pero de momento no hay datos que avalen que la resolución se produzca de forma inmediata, porque es un asunto muy delicado y muy complejo", precisó.
Mientras tanto, ayer continuaron pasando amigos y vecinos por las salas habilitadas en el Ayuntamiento de Arriate. En algunos casos no se libraron de que los tomaran las huellas dactilares, algo que no habían hecho hasta el momento a varios de ellos. Ayer se remitieron las muestras de ADN a los laboratorios para su análisis.
Una hipótesis que toma fuerza es la de que María Esther trató de defenderse de su asesino. Lo corroboraría el hecho de que en muchas declaraciones los agentes han pedido a los interrogados que les mostrasen el torso en busca de heridas o arañazos.
Fuente: Diario de Cádiz
Además, habría explicado que junto a ella se encontraba otra persona que hizo un gesto extraño como para ocultar su identidad, por lo que no ha podido identificarlo. Este testigo también habría contado que cuando regresó por el mismo camino y llegó al mismo punto -había salido a pasear a su perro como hace casi todos los días-, ya no encontró a nadie en la zona. A esa misma hora, explicó también, otros dos vecinos de la localidad se encontraban en las proximidades quemando unas tablas, aunque en ninguno de los casos parece que pudiesen ver ni oír nada que les hiciese sospechar.
Los investigadores también habrían realizado numerosas gestiones en los quioscos y establecimiento que venden tabaco o gominolas, y es que era frecuente que los grupos de jóvenes con los que solía estar la joven la enviasen a realizar pequeñas compras. A cambio ella se compraba también algo con las pequeñas devoluciones que recibía tras realizar los pagos. De este modo los agentes tratan de obtener algún tipo de información que les permita saber qué pudo hacer y a dónde se dirigió tras perderse su pista. En este sentido, algunos testimonios de vecinos también apuntaron ayer a que podría haber acudido a uno de estos establecimientos a comprar varios cigarrillos después de ser vista en el túnel.
La investigación sigue su curso y frente a las manifestaciones de los primeros días que apuntaban a una resolución rápida del caso, ahora parece que entran en tiempo muerto para comprobar los numerosos indicios recabados. En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, manifestó ayer que "no se esperan detenciones inmediatas" porque, precisó, se trata "de un asunto muy complejo".
López Luna señaló a los periodistas que "no hay ninguna noticia de que se pueda producir de inmediato algún arresto. El subdelegado insistió en que los investigadores avanzan en sus pesquisas y espera que el caso se pueda resolver "cuanto antes. Ese es el interés de la Guardia Civil, pero de momento no hay datos que avalen que la resolución se produzca de forma inmediata, porque es un asunto muy delicado y muy complejo", precisó.
Mientras tanto, ayer continuaron pasando amigos y vecinos por las salas habilitadas en el Ayuntamiento de Arriate. En algunos casos no se libraron de que los tomaran las huellas dactilares, algo que no habían hecho hasta el momento a varios de ellos. Ayer se remitieron las muestras de ADN a los laboratorios para su análisis.
Una hipótesis que toma fuerza es la de que María Esther trató de defenderse de su asesino. Lo corroboraría el hecho de que en muchas declaraciones los agentes han pedido a los interrogados que les mostrasen el torso en busca de heridas o arañazos.
Fuente: Diario de Cádiz
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